LAS MUJERES EN LA GENEALOGÍA DE JESÚS SEGÚN MATEO
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Regularmente, las mujeres no son mencionadas en las genealogías bíblicas. Sin embargo, además de María, Mateo mencionó a cuatro de ellas en su genealogía acerca de Jesús:
“Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham. Abraham engendró a Isaac; Isaac engendró a Jacob; Jacob engendró a Judá y a sus hermanos; Judá engendró de Tamar a Fares y a Zéraj; Fares engendró a Hesrón; Hesrón engendró a Aram; Aram engendró a Aminadab; Aminadab engendró a Najsón; Najsón engendró a Salmón; Salmón engendró de Rajab a Boaz; Boaz engendró de Rut a Obed; Obed engendró a Isaí; Isaí engendró al rey David. David engendró a Salomón, de la que fue mujer de Urías” (Mateo 1:1-6).
Las cuatro mujeres mencionadas son: Tamar, Rajab (Rahab en el Antiguo Testamento), Rut y Betsabé (la que fue mujer de Urías). ¿Por qué se menciona a estas cuatro mujeres? Analicemos a cada una de ellas:
1. Tamar: Mujer cananea, nuera de Judá por haber sido esposa de su difunto hijo, la cual con engaños hizo que su suegro engendrara en ella a Fares. Pero a Tamar le asistía el derecho de levirato, que consistía en que si fallecía un hombre sin dejar simiente, su hermano siguiente debía tomar a la viuda para suscitar descendencia a su hermano, pero su suegro le negó tal derecho. Por esta razón, cuando Judá se enteró de que la mujer con la cual él había tenido coito era su nuera, la consideró más justa que él.
2. Rajab: Mujer prostituta de Jericó, que a la llegada de unos israelitas, creyó en Jehová y por lo tanto les ayudó para que no fueran capturados por los hombres de Jericó. Este acto le fue contado por fe (“Por la fe no pereció la prostituta Rajab junto con los incrédulos, porque recibió en paz a los espías” Hebreos 11:31).
3. Rut: Mujer moabita que fue tomada como mujer por un israelita, la cual después de la muerte de su esposo, acompañó a su suegra Noemí en su retorno a Israel y decidió servir al Dios de su suegra, quien también sería su Dios.
4. Betsabé: Esposa de Urías Heteo, con la cual pecó el rey David. Después de la muerte del esposo, David la tomó por esposa y de ella nació el rey Salomón. Tuvo un papel relevante en asegurar que Salomón fuera el sustituto de David, cuando Adonía pretendía reinar en lugar suyo.
Al hacer el análisis, resulta que Jesucristo fue descendiente de Tamar (la que con justicia procuró simiente para su difunto esposo), Rajab (la que habiendo sido prostituta, por la fe alcanzó misericordia), Rut (la que decidió tener por Dios a Jehová) y Betsabé (la que procuró el trono de su hijo Salomón).
En su orden, en ellas se encuentran cuatro elementos:
1. Justicia.
2. Fe.
3. Servicio a Dios.
4. Lucha por el reino.
Mateo no mencionó a las demás mujeres, pero estas cuatro a pesar de su condición, fueron dignas de aparecer en la genealogía del Hijo de Dios. Tamar, Rajab y Rut eran ajenas a los pactos de la promesa, mientras que Betsabé era la mujer de un Heteo. Nuestra condición es como estas mujeres en el sentido de la lejanía de Dios: “Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en la carne, erais llamados incircuncisión por los de la llamada circuncisión que es hecha con mano en la carne. Y acordaos de que en aquel tiempo estabais sin Cristo, apartados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, estando sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos habéis sido acercados por la sangre de Cristo” (Efesios 2:11-13).
Así como ellas, procuremos la justicia, permanezcamos en la fe, sirvamos a Dios y luchemos por el Reino de Dios.
Querido lector, estas mujeres alcanzaron misericordia. Si tú has ofendido a Dios, recuerda que Él es misericordioso, por lo que si lo buscas y crees en Jesucristo, ten la certeza de que Dios perdonará tus pecados y serás añadido al pueblo de Dios.