LA VIRGEN MARÍA

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Una vez José y María cumplieron los ritos que mandaba la Ley, ellos volvieron a Nazaret, su lugar de residencia (Lucas 2:39). Para esto, Jesús tenía aproximadamente mes y medio de edad.

Dios mandó a la primer pareja: “Dios los bendijo y les dijo: "Sed fecundos y multiplicaos…” (Génesis 1:28). Este mandamiento de Dios es para todo matrimonio, a fin de que la tierra sea habitada y el linaje de los hombres sea mucho sobre la tierra.

¿Qué dice la Escritura acerca de José y María?: “Pero no tuvo relaciones conyugales con ella hasta que dio a luz un hijo, a quien le puso por nombre Jesús” (Mateo 1:25 NVI).

José tomó por mujer a María, desde el momento en que el ángel le anunció que el hijo concebido en ella, era producto del Espíritu Santo. Sin embargo, José y María sostuvieron relaciones sexuales hasta después del nacimiento de Jesús y del cumplimiento de los requisitos que la ley mandaba en el caso de los neonatos. Así, ellos también fueron fecundos y se multiplicaron.

La doctrina católica sostiene que María se conservó virgen por siempre, pero al analizar lo escrito por Mateo, tal enseñanza resulta no ser correcta. La Palabra de Dios confirma que María tuvo más hijos, además de Jesús: “¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Jacobo, José, Simón y Judas? ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, le vienen a éste todas estas cosas?” (Mateo 13:55-56). Algunos enseñan que estos hermanos de Jesús eran hijos de José solamente, o que se trataba de otro tipo de parientes, pero tal afirmación no tiene amparo en las Sagradas Escrituras. La Palabra de Dios menciona a cuatro hermanos de Jesús por su nombre; adicionalmente Mateo nos dice “todas sus hermanas”, lo que nos da la pauta para analizar que Jesús tuvo por lo menos tres hermanas, y en consecuencia que María tuvo al menos siete hijos después de Jesús.

Marcos y Lucas también escribieron que Jesús tuvo hermanos carnales: “Entonces fueron su madre y sus hermanos, y quedándose fuera enviaron a llamarle. Mucha gente estaba sentada alrededor de él, y le dijeron: --Mira, tu madre, tus hermanos y tus hermanas te buscan afuera” (Marcos 3:31-32); “Vinieron hacia él su madre y sus hermanos, pero no podían llegar a él a causa de la multitud. Entonces se le avisó: --Tu madre y tus hermanos están fuera, deseando verte” (Lucas 8:19-20).

¿Por qué negar los hijos de María? La intención principal es mostrarla por siempre virgen y promover su adoración, porque todos los actos hacia ella son con un trato de “diosa”. Millones de católicos en todo el mundo ruegan los favores de María, pero está escrito que “en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12). Para contrarrestar esto, los católicos enseñan “a Jesús por María”, lo cual significa que para llegar a Dios es necesario primero ir a María, para que a través de ella se llegue a Jesús y así, Él nos presente delante del Padre.

Hace unos años, en Guatemala se veían vehículos con calcomanías que tenían un pez en cuyo centro decía “JESÚS” (aunque yo nunca utilicé uno). En la actualidad, abundan los vehículos que sustituyeron al pez y a JESÚS por una calcomanía con la imagen de un rosario, en cuyo centro está la imagen de MARÍA.

Yo respeto a los católicos, tengo amigos que profesan esa religión, pero no puedo evitar escribir o decir que ellos se dicen cristianos, pero también son marianos, lo cual no tiene sustento bíblico (aunque ya hay católicos que han cambiado esta postura). Definitivamente, tampoco puedo negar que María fue una mujer bienaventurada, llena de fe y compromiso con la obra redentora de Jesús, por lo cual para ella también está reservada la vida eterna.

Querido lector, Jesucristo claramente dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6). Permanezcamos cerca de Dios a través del único medio: JESUCRISTO.

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